Al final mi musa no vino, y hoy la verdad ha sido un día aburrido y decepcionante. Estuve pensando en la chica del parque. Entré en las redes sociales, ví fotos que tenía con ella y también leí mis conversaciones... y encontré un poema que le dediqué... Sí, otra vez Neruda. Siempre acabo pasando por él
Homenaje a Neruda
Me gusta cuando callas y cuando me hablas
Me gustas cuando callas
y estas como ausente,
y me gusta cuando hablas
y te siento presente.
Me gusta cuando callas
pero escucho tus palabras
y me gusta cuando me hablas
sin pronunciar una palabra.
Me gusta oir tu voz
suave, muy suavemente;
que se apodera de mi cuerpo
y me invade la mente.
Me gusta cuando me hablas
y me gusta cuando callas,
y me gusta ir contigo
vayas donde vayas.
Me gusta que seas compleja
y me gusta que seas sencilla.
Me gusta verte de fiesta
y que huelas a vainilla.
Me gusta tu pelo
liso como el cielo
y me gusta tu boca
linda como una rosa.
Me gustan tus ojillos
alegres como el día
y me gusta tu mano
aunque a veces este fría.
Me gusta cuando me hablas
y me gusta cuando callas,
y me gusta ir contigo
vayas donde vayas.
Me gusta como eres
y me gusta como sientes,
me gusta quien eres
y sentir lo que presientes.
Me gusta tu alegría
y me gusta tu sonrisa.
Me gusta estar contigo
pero no que tengas prisa.
Me gusta tu energía
y me gusta tu pereza,
salir por ahí contigo
tomandonos cervezas.
Me gusta cuando me hablas
y me gusta cuando callas,
y me gusta ir contigo
vayas donde vayas.
Me gusta cuando callas
y cuando me dices u...
Me gusta sentirte cerca
porque me gustas tu.
Me gustas cuando sales
y cuando ves amanecer
sentados en un parque
sin agobio y sin estres.
Me gustas cuando escuchas
y me gustas cuando hablas
me gusta cuando miras
y tambien cuando te callas.
Me gustas cuando callas
y me gusta cuando hablas...
Con esto veo que mi romanticismo me viene de lejos... más aún, recuerdo aun siendo un niño de 11 o 12 años que me gustaba una chica de mi clase, solo por su belleza, y que le escribí un poema. No consigo recordar todo el poema, pero sí el final. Sólo tenía 11 o 12 años y es lo más bonito que he escrito en mi vida. Decía así:
Cada vez que escucho es tic-tac del reloj
y estoy sin tí
me voy muriendo poco a poco
de la peor forma de morir.
Creo que nunca he sido muy normal. En fin, soy como soy...
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