miércoles, 23 de septiembre de 2015

Sirena

Tiene mirada triste y la sonrisa deprimida, con una extraña belleza que me produce a la vez felicidad y tristeza. Felicidad por la ganas que tiene vivir, de arreglarse el cuerpo y el alma y seguir y seguir luchando. Tristeza porque las cosas bonitas no deberían ser tristes, aunque igual en este caso eso potenciaba su belleza.

Parece que nunca tuvo suerte en la vida. Es una de esas personas con ganas de compartir, con ganas de no perder nunca la inocencia pase lo que pase. Una de esas personas que sabe que llorar a veces también es bueno. Es humano, y de vez en cuando, es sano desahogarse. Una de esas personas que siempre intentan sonreir, como si así intentara que también su alma sonriera.

Me dijo que no tenía amigos. Que los chicos solían verla solo por su físico. Es obvio que su físico es bello, pero no es lo más interesante de ella. Sólo buscaba una amistad. Solo buscaba alguien con quien poder conectar de alguna manera, pero sin ningun tipo de matiz sexual. Sentí que quería ser abrazada y que quería sentirse abrazada, y la verdad es que a mí también me apetecio abrazarla.

Mientras escribía sobre ella volvió a aparecer. Había pensando en lo que le dije de su mirada y me preguntó si ya no la tenía triste. Siempre la tiene triste. A veces perdida y a veces no, pero siempre triste, hermosamente triste.

Ella era dos personas atrapadas en un cuerpo, como una sirena. Se siente bajo el peso del agua, pero quiere salir y descubrir el mundo. Quiere vivir la infancia que no tuvo, igual por eso es inocente. Es ilusa hasta la necedad. Por lo que ha vivido, no debería volver a confiar en nadie, pero sentía que confiaba en mí y que quería poder seguir confiando en la gente.

Hermosamente triste y tristemente hermosa. Así es ella. El único defecto que fuí capaz de verle fue precisamente su belleza. Ella decía que no, pero sé que se sentía bella. Se notaba por su forma de vestir. Estaba orgullosa de su físico, ¿y quien podría culparla? Pero muchos solo veran eso en ella, una extranjera bella y necesitada. ¿cuantos cuentos de princesas de barrio empiezan asi? Y todos sabemos como pueden acabar.

Creo que tiene la fuerza, las ganas y la voluntad como para reencontrarse, aunque también creo que sigue tremendamente perdida. No por propositos, sino porque no sabe bien quien es ni que debe buscar. Nunca podrá encontrarse mientras no sepa quien es. Espero que pronto comprenda quien es y pueda hallar esa ansiada felicidad que tanto ansía. Brindo por ello.

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